martes, 15 de octubre de 2013

Un feliz reencuentro


Querida talla 40:

¡Qué alegría me dio reencontrarme contigo el otro día! Ha pasado tanto tiempo, más de cinco años, desde la última vez que estuvimos juntas. ¡Qué tiempos aquellos!

La verdad es que ya pensaba que no volveríamos a estar en contacto. Dos embarazos con sus desajustes hormonales y corporales, las etapas de lactancia, la vida sedentaria de Madrid…

Te he echado mucho de menos, ¿sabes? Me había acostumbrado a 42 pero, sinceramente, no es lo mismo, siempre pensé que me quedaba grande y además tenía pánico a 44. Menos mal que con 44 no he llegado a toparme. Me conozco y sé que me costaría mucho aceptarla. A quien de vez en cuando recuerdo, pero muy remotamente, es a 38. ¿Sabes algo de ella? Yo no he perdido la esperanza de coincidir con ella, aunque sea fugazmente. Últimamente estoy muy optimista, ya ves.

No te entretengo más. Lo que sí te digo es que ahora que te tengo cerca no te voy a dejar escapar fácilmente.  Querida talla 40, “L” para las amigas: ¡bienvenida de nuevo a mi vida!