jueves, 28 de julio de 2011

Amy vs Amy

Cuando estaba de baja maternal de mi hija y me pasaba horas (literalmente) dándole el pecho, pasé más tiempo viendo la televisión que en toda mi vida anterior junta. En aquella época, otoño-invierno de 2008, escuché por primera vez a dos Amy, ambas británicas, una escocesa, otra londinense. No podían ser más distintas y no podían gustarme más.
De Amy Macdonald la primera canción que conocí fue Mr Rock and Roll. Una canción fresca, con fuerza, que me ponía de muy buen humor. Amy Macdonald tiene la voz grave y transmite determinación. Hay quien percibe un toque folk en su música. A mí personalmente su guitarra acústica no me parece especialmente folk, pero da igual, eso es lo de menos. Tampoco es que yo sea una gran entendida.
De Amy Winehouse, la primera fue Back to black. ¡Oh, qué canción! Intensa, llena de sufrimiento, con un sonido que recordaba a los tiempos de la Motown y una voz grave, frágil, a veces quebradiza, que me emocionó entonces y me sigue emocionando muchísimo ahora.
Si sus estilos musicales son tan dispares, su línea vital no lo es menos y así nos lo ha confirmado hace escasos días el fallecimiento de Amy Winehouse, a los 27 años de edad. Winehouse, desgraciadamente, solo ha podido publicar dos álbumes y se ha hecho más conocida por sus adicciones, sus intentos de rehabilitarse, su gigantesco moño (alacena de papelinas), sus ojos cargados de eye-liner, y por su vida desordenada que por su talento. ¡Qué lástima! Siempre me ha inspirado mucha lástima esta chica. Me dan muchísima pena las personas que sucumben a las drogas o el alcohol y no saben salir de ese remolino. Nunca sabremos qué le hizo entrar en ellas ni por qué no pudo ponerle freno. Yo solo creo que es alguien que sufría mucho y que tal vez ahora haya conseguido la paz que no tuvo en vida.
Amy Macdonald procede del mundo universitario y su imagen es totalmente opuesta, nada sofisticada: una chica sencilla, con un maquillaje que se limita a resaltar discretamente sus enormes ojos azules, con una vestimenta común, juvenil, sin pretensiones. Una chica a la que he visto sonreír con timidez y también mirar de frente a la vida. Las letras de sus canciones muestran a una persona observadora, sensible, crítica con ciertos aspectos de la sociedad actual, nada encerrada en sí misma ni en su mundo; es una persona con sueños y que desea compartir su visión de lo que le rodea con los demás. No hay más que escuchar The youth of today o The footballer’s wife, por poner solo dos ejemplos.
Para mí son incomparables y me quedo con las dos, con la tristeza insondable de Winehouse y con la vitalidad introspectiva de Macdonald.  



1 comentario:

  1. ¡Qué ilusión me hace tener dos seguidoras en el inicio de este proyectito! Gracias, chicas. Muak.

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