miércoles, 13 de julio de 2011

Mujeres y amapolas

Libres, sencillas y espontáneas como las amapolas, así son las mujeres que tanto quiero y admiro. Las quiero porque las quiero, esto no necesita explicación. Y las admiro porque con su actitud vital, con su talento, con su trabajo, aportan a la sociedad cosas que a mí me parecen importantes: respeto, creatividad, trabajo, ilusión, talento, imaginación, perseverancia, generosidad… Son mujeres que tengo como referencia en la vida y  a las que quisiera parecerme, aunque solo fuera un poquito.

Según pasan los años, y ahora ya tengo unos poquitos, siento que en cierta medida, las personas tenemos tendencia a aportar algo, a dar algo especial de nosotros mismos, a expresar algo que llevamos dentro y que consideramos que merece la pena compartir. Hace poco preguntaba a mis amigas: ¿qué haríais si tuvierais la vida resuelta, si no tuvierais que preocuparos todos los días por ganar el suficiente dinero para subsistir dignamente? Esta pregunta me la he hecho a mí misma repetidas veces en el transcurso del último año. Mi respuesta es: escribir, traducir, hacer fotos, cocinar. Mis amigas respondieron: montar una protectora de animales, montar una librería, pintar, aprender a bailar flamenco, ser voluntaria en algún país lejano, diseñar muebles, inventar cosas, aprender idiomas, viajar…

Así que este blog está dedicado a todas las personas, especialmente mujeres, que disfrutan la vida, que están deseando conocer mundos nuevos, que sienten que tienen proyectos y sueños por cumplir y también a quienes han comenzado a cumplirlos y están logrando éxitos con ellos. Entre todas ellas, hay mujeres que, con su presencia serena, también son una gran fuente de inspiración. ¡Gracias a todas por estar en mi vida!

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